En los cruceros de última generación se ha dado especial valoración a un mayor confort en los camarotes, y una marcada tendencia a un mayor número de estos con vista al mar, siendo gran parte con balcón, denominados exteriores de lujo. También ha aumentado el número de suites, y entre éstas se han establecido diferencias de tamaño y ubicación, siempre en función de mayor comodidad y confort para los pasajeros.
Por lo general el crucerista pasa la mayor parte de su viaje en las zonas de entretenimiento y aire libre del barco, utilizando el camarote solamente para dormir o descansar, y prepararse para las diferentes actividades programadas. Por estas razones no se considera de vital importancia que éste sea interior o exterior, más allá de la preferencia por la luz natural durante el día .
Es conveniente elegir un camarote lo más cercano posible al centro del barco para neutralizar los movimientos normales de la navegación y, en los cruceros más antiguos, alejado de las zonas de posibles ruidos, como salones de fiestas, discoteca, sala de máquinas y ascensores. La sala de máquinas se encuentra ubicada en la popa del barco en la cubierta inferior.
Con respecto a la capacidad, un camarote puede alojar a dos personas. En la mayoría de los barcos hay también camarotes para tres y cuatro personas. Para cinco pasajeros hay muy pocas compañías que disponen esta capacidad en sus barcos, por lo cual, en caso de necesitarlos, se recomienda hacer la reserva con la mayor anticipación posible.
Para pasajeros con problemas de movilidad o necesidades especiales existen camarotes adecuados, pero dependiendo de cada barco, por lo cual se aconseja procurarse información previamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario